Terapias No Farmacológicas (TNFs) para tratar los Síntomas Psicológicos y Conductuales de la Demencia (SPCD). Una revisión de revisiones.
Iosef Abraha, 2017. Revisión sistemática de revisiones sistemáticas de TNFs para tratar los síntomas psicológicos y conductuales de la demencia.
Los síntomas psicológicos y conductuales de la demencia (SPCD) se definen como alteraciones de la conducta, el estado de ánimo, el pensamiento o la percepción, que, a menudo, aparecen en las personas con demencia. Entre estas alteraciones se incluyen la agitación, la apatía, la depresión, alucinaciones y los delirios, entre otras. El presente estudio, publicado en la revista BMJ Open, busca evaluar la utilidad de las Terapias No Farmacológicas (TNFs) para el manejo de los SPCD.
EL ESTUDIO
Para dar una respuesta a lo anterior, Iosef Abraha y su equipo realizaron una revisión sistemática de varias revisiones sistemáticas que estudiaron el efecto de cualquier TNF para tratar los SPCD. De cada una de estas revisiones, los autores extrajeron los estudios comparativos experimentales, aleatorizados o no, para así generar un compendio de las TNFs.
Clasificaron cada una de las intervenciones que analizaron en cuatro categorías: (1) intervenciones de estimulación sensorial, que incluyen terapias como acupuntura, aromaterapia, terapia de masajes, estimulación cognitiva, musicoterapia y estimulación eléctrica transcutánea; (2) intervenciones orientadas a la cognición/emoción, que incluyen la terapia de reminiscencia, terapia de validación y terapia de presencia simulada; (3) técnicas de manejo de conducta; y (4) otras intervenciones como terapia de ejercicio, terapia con animales y unidades de cuidados especializadas en demencias.
RESULTADOS
Entre las terapias de estimulación sensorial, los autores encuentran que la musicoterapia es la única que tiene efectos convincentes para reducir los síntomas conductuales, especialmente la agitación, la conducta agresiva y la ansiedad. En cuanto a la eficacia de la aromaterapia y la terapia de masajes, los resultados de los diferentes estudios son contradictorios.
Respecto a las intervenciones orientadas a la cognición o al estado del ánimo, los autores encontraron importantes limitaciones metodológicas. La mayoría de los estudios eran de baja calidad y los tamaños de las muestras no eran suficientes como para detectar efectos estadísticamente significativos. Incluso, cuando sí era posible combinar estudios en un metaanálisis, el efecto estimado no era estadísticamente significativo. De este modo, no se encuentra una evidencia lo suficientemente sólida que apoye estas intervenciones para tratar los SPCD.
En cuanto a las técnicas de manejo de conducta, aquellas orientadas a mejorar las habilidades de comunicación, el entrenamiento de los cuidadores y el Dementia Care Mapping aplicado en residencias, mostraron ser eficaces para reducir la agitación.
También hay evidencia de que las intervenciones multicomponente que combinan intervenciones de enfermería, médicas y psiquiátricas pueden reducir problemas conductuales severos en persaonas que viven en residencias.
Las terapias asistidas con animales y de ejercicio no mostraron efectos convincentes en ningún SPCD.
CONCLUSIONES
Tras organizar y examinar la literatura recogida en diversas revisiones sistemáticas y meta-análisis, los autores encuentran que las TNFs más prometedoras para tratar los SPCD son la musicoterapia y algunas técnicas de manejo de la conducta, en concreto las que involucran a los cuidadores formales e informales. Con todo, la evidencia de la eficacia de las TNFs es limitada debido a la calidad de la metodología y al pequeño tamaño de las muestras utilizadas en muchos de los artículos.
UN PUNTO DE VISTA CRÍTICO
Dado que los SPCD son un problema que causa un gran sufrimiento y un deterioro añadido a los pacientes, el objetivo de los autores de generar un compendio de las terapias que mejor funcionan para tratar estos síntomas, es muy importante y ambicioso. Sin embargo, la metodología que siguen se limita a narrar los resultados de los diferentes estudios primarios. A su vez, cabe destacar que la revisión más reciente de las incluidas en el estudio se publicó en 2014, por lo que, teniendo en cuenta que la búsqueda en un trabajo de estas características suele finalizar 2 o 3 años antes de la publicación, se puede asumir que están trabajando sobre estudios que finalizaron, como pronto, cinco años antes. Por último, concluyen que las terapias con mejores resultados son las musicales y las de manejo de conducta, pero no está claro cómo llegan a esta conclusión, que se debería sustentar en datos cuantitativos.
Es necesario, por tanto, llevar a cabo nuevos estudios con las terapias que se han mostrado más prometedoras o con terapias emergentes, con protocolos y pacientes bien definidos que puedan ser replicables, además de meta-análisis que permitan agrupar datos y predecir la respuesta en el paciente individual.
Nota: la revisión de la eficacia de las TNFs dirigida por Ruben Muñiz y Javier Olazarán fue una de las revisiones examinadas en este artículo, que aportó datos sobre la eficacia de la estimulación cognitiva y de las técnicas de manejo de la conducta.
Marcos Ugalde Martínez y Javier Olazarán Rodríguez